Hoy iremos hasta Cayo Guillermo. Casi 2 horas entre ida y vuelta para unos escasos 80 kilómetros, donde visitaremos una de las playas más bonitas de todo Cuba y parte del Caribe, Playa Pilar.

Cayo Guillermo y Playa Pilar

Aunque nos levantamos a las 7:00 de la mañana, hemos dormido casi 12 horas del tirón. Pero podrían haber sido bastantes más si no llega a ser por la claridad que entraba en la habitación. Con las legañas casi pegadas, nos vestimos y vamos a desayunar. Queremos ver y disfrutar lo máximo posible, ya tendremos tiempo de descansar cuando lleguemos a Chiclana.

El desayuno es tipo buffet, con huevos revueltos, salchichas, pancakes, te hacen tortilla francesa con vegetales y también diferentes tipos de panes con mermelada y fruta variada. Está todo muy rico y nos pegamos un buen atracón.

Con el estómago bien lleno cogemos la moto en dirección a Cayo Guillermo. El dueño de La Guira, nos había dicho que nos psaramos al día siguiente para ver si le quedaba algún sitio libre, pero viendo lo a gusto que estábamos, decidimos quedarnos un día más sin movernos. En Cayo Guillermo, se encuentra la que dicen que sea probablemente la mejor playa de Cuba y una de las mejores del Caribe, Playa Pilar. Son unos 40 kilómetros desde nuestro hotel, que a la velocidad de crucero de la moto hace que tardemos 1 hora. También existe un autobús turístico que va recorriendo todos los hoteles y te deja allí por 5 CUC por persona.

Al llegar al aparcamiento de la playa, en vez de parar, seguimos unos metros más adelante por una carretera sin asfaltar, hasta toparnos con una valla que impedía continuar el camino. Le preguntamos al chico que estaba allí cuidando a ver si podíamos pasar, pero nos dice que no, que está cerrado porque hay una construcción. Están construyendo otro pedazo de resort en la mismísima punta del cayo, en la mejor zona posible. Así que el próximo que vaya después de leer esto, probablemente las vistas tan bonitas de toda la costa escarpada, se convertirán en vistas de cemento y hormigón. Nos íbamos a dar la vuelta y volver al aparcamiento, pero el chico nos dice que ahí mismo a veinte metros a la izquierda hay una entrada directa a la playa que la gente no conoce. Vamos y así es, no hay nadie y lo que vemos nos deja hipnotizados. Una playa larga de arena blanca, con un agua azul turquesa, azul oscura, azul clara, verde, …. toda la gama de colores que uno se puede imaginar de un agua impoluta. Nos sacamos 3 millones de fotos y al de poco llega una familia de cubanos en un autobús para pasar el día allí. Estos también se saben el truco. Hablamos un poco con ellos y nos dicen que esta zona es mejor porque no hay nadie y está mucho más tranquila. Y así es. Estaremos todo el día solos, cuando al otro lado de la playa se ve que hay bastante gente.

Lorenzo casca de lo lindo y eso que son sólo las 9:00 de la mañana. Nos rociamos bien de crema y al agua patos. Creíamos que el agua estaría calentita, pero de eso nada. 20 grados como mucho. Aunque se agradece porque te refresca mucho más. Tras unas horas disfrutando de esa agua y esa arena para nosotros solos, vamos hacia donde está la gente para dar un paseo y ver que es lo que se cuece. Es la zona megaturista de la playa, con las hamacas, los bares con los mojitos, la música a un volumen infernal, las actividades acuáticas, ….. También hay un ranchón (restaurante), así que aprovechamos para picar algo. Un par de platos de arroz con carne, una ensalada y 2 cervezas por 20 CUC.

Con el estómago lleno y el calorcito dan ganas de tumbarse, así que aprovechamos una sombra y nos quedamos un poco traspuestos. Como Usua había pasado a grado mayor con babilla incluida, me voy a dar un paseo y llego hasta la entrada por la que llega todo el mundo. Es una pasarela azul y blanca de madera muy chula, perfecta para foto de postal. En el aparcamiento hay un señor que cobra 1 CUC por aparcar, que nosotros por ignorancia nos hemos ahorrado. Vuelvo a donde Usu con los pies achicharrados, ya que no había ni una sombra en todo el paseo e iba sin chancletas. Meto los pies en el agua y sale un vaporcillo que me relaja un rato.

Con Usu en el mundo de los vivos, decidimos volver a nuestro rincón de playa. Intento hacer un poco de snorkel cerca de las rocas, pero en la pescadería del barrio hay más cantidad y variedad. Por lo menos había un par de pelícanos que nos mantuvieron un buen rato entretenidos viéndoles como pescaban. Estaban tranquilos en el agua meciéndose entre las olas, cuando de repente cogían vuelo, hacían un par de pasadas detectando la posible presa y caían en picado desapareciendo dentro del agua. Cuando volvían a emerger se les veía mover el pico y la papada con sumo gusto del trabajo bien hecho.

Sobre las 16:00 empieza a levantarse un poco de viento y el mar se pone con bastantes olas. La arena empieza a volar y se está bastante desagradable, por lo que decidimos poner punto y final a nuestro día de playa. Volvemos al hotel con la idea de darnos un bañito en la piscina. Pero cuando llegamos la música está a tope con Reggaeton, no aguantamos ni cinco minutos. Nos estaba poniendo la cabeza como un bombo. Nos vamos a la habitación y nos tumbamos un poco a descansar.

Volvemos a la estación de servicio a llenar el depósito. Me pongo en el surtidor de la gasolina regular (más barata) y el chico me dice que no, que tengo que echar de la especial (más cara). Le pido una razón ya que el día anterior había echado en esa sin ningún problema y me dice que les obligan a que todos los extranjeros echen gasolina especial, que puede que alguien haga la vista gorda, pero que se juegan su puesto de trabajo. Y como nosotros no queremos que se lo juegue, nos cambiamos de surtidor y echamos de la especial tras otra demostración de discriminación. Esta cuesta 1,20 CUC.

Entramos a comer y nos pedimos unas pizzas y unos bocadillos con cerveza y refresco de piña por 135 CUP. Esta vez lo comemos dentro, porque está empezando a anochecer y los mosquitos andan en busca de carne fresca. Otra vez todo riquísimo, sobre todo las pizzas.

Al volver al hotel ya es de noche y las luces de la moto alumbran tanto como la velocidad que coge, así que con mucho cuidado conseguimos llegar al hotel. Nos vamos a la habitación, vemos un poco la tele. Hay canales internacionales, con lo que nos enteramos que nuestro Athletic ha ganado 3-1. Y casi como el día anterior, nos quedamos fritos en un abrir y cerrar de ojos.

B.F.F.F.