Cabo Norte

Cabo Norte o Nordkapp, es el punto más septentrional de Europa. Localizado en el norte de Noruega, se sitúa en un acantilado de 307 metros de altura en la isla de Mageroya. Conectada a tierra por un túnel que pasa por debajo del mar. Aunque en realidad el cabo Knivskjellodden se halla unos 1.500 metros más al norte. Aquí no existe tierra firme entre uno y el polo norte, a excepción del archipiélago de Svalbard, y el sol de verano nunca se pone durante dos meses y medio, entre mediados de mayo y finales de julio. El primer turista, el sacerdote italiano Francesco Negri, llegó a Nodkapp en el año 1664 y hoy en día, cerca de 200.000 turistas visitan Nordkapp cada año, durante los dos a tres meses de verano. Los principales destinos turísticos son la meseta del cabo Norte y el cabo de Knivskjellodden, que está muy cerca de allí. Con su acantilado adentrándose en el mar, la meseta se eleva 307 metros por encima de nivel del mar. El centro de visitantes del cabo Norte se llama ‘North Cape Hall’ y aloja diversas exposiciones a lo largo de todo el año. También está aquí la capilla de St. Johannes y, como es la capilla ecuménica más septentrional del mundo, es un lugar popular de celebración de bodas. La isla Magerøya del cabo Norte alberga otros secretos. El acantilado de aves de Gjesværstappan es el hogar de cientos de miles de frailecillos, alcatraces y cormoranes y el paseo que hay hacia el arco natural de Kirkeporten ofrece una vista del cabo Norte ciertamente impresionante. Aun más desafiante, e incluso más gratificante, es la excursión de 5 a 6 horas hasta el cabo Knivskjellodden, donde se podrá ver de cerca el acantilado del cabo Norte. No hay que perderse las pequeñas y coloridas aldeas que dan el contrapunto a este estéril y duro paisaje. Skarsvåg es la aldea de pescadores más septentrional del mundo, Kamøyvær ofrece la galería ‘Este del Sol’ , mientras que Gjesvær posee unas hermosas vistas del archipiélago de Gjesværstappan. En invierno, se puede explorar los paisajes blancos y estériles con una motonieve, pescar en el hielo, conducir vehículos ‘todoterreno’, o pasear con raquetas de nieve siempre a la búsqueda de las ilusorias y tenues auroras boreales.