Tras buscar vuelos y las mejores combinaciones posibles, encontramos 4 asientos de Madrid a Kuala Lumpur y vuelta de Jakarta a Madrid por 2.300 €. Salida el 28 de junio y vuelta el 16 de agosto, con la aerolínea Saudia Airlines. Los precios bastante buenos para las fechas que eran y que entrábamos por un país y salíamos por otro. La aerolínea, con la que nunca habíamos volado, sería bastante buena y con muchos detalles. Ha sido en la que mejor hemos comido, nos han obsequiado con una cena a la vuelta al tener que esperar en el aeropuerto, y antes de embarcar zumos y refrescos. Lo único malo, la escala en el aeropuerto de Jeddah, sobre todo a la vuelta, que fueron 4 horas y de madrugada.
Ahora tocaba perfilar un poco el viaje. Queríamos que Iker y Noa viesen Tailandia, la culpable de nuestra recurrencia a los países asiáticos. Así que cogimos un vuelo de Kuala Lumpur a Chiang Mai por 140 € los 4 con Air Asia. De allí otro vuelo a Bangkok, con Air Asia también, aunque esta vez por sólo 70 €. Es lo que tiene la antelación a la hora de coger vuelos. En Bangkok alquilamos un coche con Budget por 165 € para 5 días. Así teníamos la posibilidad de ir hacia el oeste y en el caso de que lloviese mucho, cambiarnos de costa (como finalmente pasó). Cruzaríamos la frontera terrestre con Malasia, atravesando las provincias de Surat Thani, Nakhon Si Thammarat y Songkhla, en las cuáles hay movimientos insurgentes separatistas, que algunas veces la lían. Nos daba un poco de respeto, pero tampoco era como si fueses de turista a Siria. Una vez en Malasia, iríamos por carretera hasta Kuala Besut, que es donde se cogen los barcos para ir a las Islas Perenthian.
Los días, lo iban a determinar el visado de 1 mes gratuito para Sumatra. Así que no podíamos entrar antes del 17 de julio, por lo que cogimos el vuelo de Kota Bharu a Subang con Malindo Air por 80 € para ese mismo día. Y de allí, otro al día siguiente con Firefly hasta Medan por 120 €. A partir de ahí, teníamos un mes en Sumatra para perdernos, aunque con la obligación de estar en Bengkulu, hacia el centro-sur de la isla, para el día 14/08, en el que cogíamos el enésimo vuelo para ir hasta Jakarta. Nuestro punto final del viaje. Este último vuelo era con Citilink y nos salió por 150 €. Muchos aviones, pero para las distancias que había y lo malo de las carreteras, era lo mejor. Y además como estaban cogidos con mucha antelación, la mayoría fueron a muy buen precio.
Así que a grandes rasgos, ya estaba perfilado el grueso del viaje. Ahora sólo quedaba esperar el día de salida. Nada más y nada menos que 8 meses. Pero casi sin darnos cuenta, ese día llegó.
El día 27, bajábamos en coche a Madrid, donde vive la otra integrante de este proyecto. Y aprovechamos para pasar un día genial con la Tía Teresa (como le llaman los enanos) y «aprovecharnos» y que nos llevara al día siguiente al aeropuerto.
A las 11:00 sale nuestro vuelo más o menos puntual. Nos dan los 4 asientos de delante, pegados a la clase business, con lo que hay un montón de espacio para estirar las piernas y para tumbar a los críos en el suelo para que puedan dormir a gusto. La comida que nos ponen está deliciosa. Hay una cosa que nos sorprende mucho, y que como la aerolínea es de Arabia Saudí, todas las películas que hay, en cuanto sale un escote o unas piernas, aparecen difuminadas en la pantalla. Como cuando aquí tapan la cara de un niño.
Hacemos una escala de 5 horas en Jeddah. La zona de espera es bastante pequeña y no hay muchas cosas para hacer. Para pasar el control de pasaportes hay dos filas diferenciadas para hombres y para mujeres. Y la de las mujeres tiene como un vestuario alargado todo tapado por el que tienen que pasar y en donde les cachean cuando suena el piiiiii, de los detectores. Cosas de las religiones, …… También se ve a prácticamente todas las mujeres que no son extranjeras, tapadas de arriba a abajo con el Burka. Lo único que queda a la vista son los ojos. Lógicamente Iker y Noa flipan, y se lo intentamos explicar de la manera que mejor puedan entender este sin sentido.
El segundo vuelo son más de 9 horas, pero como va casi vacío, en cuanto cierran las puertas, hacemos desbandada y cogemos una fila de asientos para cada uno. Así que nos pasamos las 9 horas del viaje sobados menos para comer (los críos ni eso), que para una vez que la comida del avión está buena……
A las 13:30 llegamos a Kuala Lumpur, el control de pasaportes, ……. bueno, bueno, bueno, esto ya forma parte de una nueva entrada, para así tener todo bien estructurado. Esperamos que os enganche y lo sigáis leyendo hasta el final.
B.F.F.F.