Kuala Lumpur – Malasia
11/06/2016Chiang Mai – Tailandia
13/06/2016Decidimos viajar a Tailandia. En nuestro caso a Tailandia lo podríamos denominar como «un antes y un después». Fue el primer país que visitamos fuera de Europa, allá por el año 2005, y nos enamoró tanto su cultura, como su comida, la amabilidad de sus gentes, las sonrisas continuas, su forma de ser, ….., que hemos vuelto un par de veces más. Comenzamos con el relato:
La primera vez coincidió que las navidades anteriores a nuestro viaje en Semana Santa, había sido el desgraciado tsunami que asoló parte del Sudeste Asiático y dejó casi 500.000 muertos. Nosotros íbamos en Semana Santa y en cuanto se enteró la familia nos tachó de locos. Lógicamente nuestros planes de viaje cambiaron, pero no el destino. Tailandia es un país muy grande y tiene muchas maravillas por descubrir. Así que nos decantamos por explorar Bangkok, de allí cogimos un avión hasta el norte, en Chiang Mai. Luego alquilamos un coche para ir bajando poco a poco hasta Bangkok e ir parando en pueblos maravillosos, como Lamphun, Lampang, Lopburi, Sukhothai, Phitsanulok, Ayuthaya, Kanchanaburi, ……. De nuevo en Bangkok, dejamos el coche y cogimos otro vuelo a Koh Samui, en el golfo de Tailandia, para de allí coger un barquito y disfrutar de las maravillosas y tranquilas Koh Tao y Koh Pha Ngana, islas que hoy en día ya no deben ser tan tranquilas. Elegimos esta zona de playa porque era la que no había afectado nada el tsunami.
Como quedamos tan encantados, la Semana Santa del año siguiente volvimos. Esta vez para ver el suroeste, con sus famosas playas e islas. Volamos hasta Phuket y horrorizados con lo que vimos, salimos pitando con un coche de alquiler hacia el norte, al P.N. Khao Lak, en donde disfrutamos de playas interminables completamente sólos. Luego nos dirijimos hacia el Parque Nacional Marino Ao Phang Nga, conocido por estar la isla donde se rodó la película de James Bond, «El hombre de las pistolas de oro», y de allí a la provincia de Krabi para deleitarnos con sus paisajes y formaciones cársticas, en donde hicimos la típica excursión a las Phi Phi Islands que no puede faltar, aunque cuando estuvimos nosotros todavía no estaba muy masificado. Esta zona era la que no habíamos podido disfrutar el año anterior. Lo combinamos con una ruta en coche por la Malasia continental, pero eso ya es otra historia.
Y la tercera vez, ha sido en el verano del 2015. Para el clima no es la mejor época, pero en general tuvimos bastante suerte. Empezamos en Chiang Mai, bajamos en avión hasta Bangkok y allí alquilamos un coche con la idea de enseñar a los enanos las preciosas playas y aguas turquesas del Mar de Andamán, pero la climatología adversa, nos hizo desistir y cambiar la ruta hacia el este, donde el clima era bastante más benigno. Recorrimos lo estrecho que se ve en el mapa hasta Hat Yai y allí devolvimos el coche. Una zona menos espectacular, pero también mucho más tranquila sin tantos turistas.
Sobre el turismo nos quedamos un poco alucinados, sobre todo en Chiang Mai. De hace 10 años a esta última vez, nos asombró ver un montón de autobuses de viajes organizados y una cantidad ingente de turistas por todas partes. Cuando estuvimos en Maya beach, la playa de la película «La playa», había un montón de lanchas y gente, pero era bastante soportable. Estando en Chiang Mai, miré por curiosidad en internet a ver que no íbamos a encontrar cuando bajásemos, ya que si el norte estaba así, no me quería ni imaginar la zona de playas, aunque fuese temporada baja, y leí en unos cuántos foros que era insufrible. Que ni tan siquiera había sitio para que los barcos atracasen en la orilla. Vamos que Benidorm en pleno verano debía ser un oasis comparado con aquello.
Esta es una de las cosas que nos ha apenado en esta última visita a aquel maravilloso país. Pero es lo que hay, todos tenemos derecho a disfrutar de las preciosidades de este mundo. Eso sí de manera educada y responsable. Que muchas veces cuando estamos en otro país, nos creemos más o mejores que esas personas y damos por culo de mala manera.
Respecto a cuándo ir a Tailandia en lo relativo al clima, nuestra experiencia dice que de noviembre a mayo es cuando más lucirá el sol y menos probabilidades de lluvia habrá. Aunque si no hay más remedio que ir en nuestro verano, en la zona del norte y Bangkok, son típicas las txaparradas mezcladas con sol. En el centro-sur, puede estar lloviendo de manera continua durante días, aunque la zona del este y el Golfo de Tailandia tienen mejor tiempo.
Para entrar, no es necesario visado, sólamente el pasaporte con 6 meses de validez.
En cuanto a vacunas, nosotros nunca nos hemos dado ninguna, pero si se van a hacer trekkings por la zona de Chiang Mai y el Triángulo de oro, sí que recomiendan la profilaxis contra la malaria. Aunque para la salud, lo mejor es informarse en el Ministerio de Asuntos Exteriores, MAEC.ES, en donde explican todo bastante bien.
Y sobre el dinero, aunque es cierto que los precios han subido bastante desde la primera vez que estuvimos, sigue siendo un destino económico para los estándares europeos. Se puede comer ricos platos por 2-3 € y dormir en buenos hoteles por 30 € la noche. Lógicamente hay la posibilidad de gastar más o menos, pero una media para ir con críos andaría sobre esos precios.
Los transportes por carretera están bastante bien comparándolos con los países de su entorno. Prácticamente todas las carreteras que comunican los puntos importantes del país están bien asfaltadas y en buenas condiciones. Tailandia además tiene la ventaja de poder alquilar un coche y disfrutar a tu aire de este maravilloso país. Rondan los 30 € al día. Si se tiene prisa, también hay aerolíneas de bajo coste como Air Asia, Tiger Airways, Nok Air, …., que conecta los principales destinos a precios módicos.
Y como siempre, el consejo más valioso que se puede dar, es que hay que regatear absolutamente por todo, bueno, por ejemplo, la gasolina no se os ocurra…..;-)
B.F.F.F.