Tras dos viajes a Indonesia recorriendo Java, Sumatra, Bali y Lombok, tocaba volver al país que más nos había enamorado. Esta vez sería el turno para la aquí conocida como Isla de Célebes, pero que en Bahasa su nombre es Sulawesi.

Cada fin de viaje o incluso en medio de él, nuestras cabezas ya están pensando en cuál será el siguiente destino. Y cuando dejamos atrás el paraíso «semi escondido» de Sumatra, comenzamos a pensar en la siguiente isla que debíamos descubrir de este increíble país con más de 17.000 islas.

Sin duda, Sulawesi, era la que tenía todo lo que pedíamos nosotros. Cultura fascinante, paisajes de ensueño, poco turismo y tranquilidad. La pega era la dificultad en los transportes, pero con el mes del que disponíamos esperábamos conseguir acceder a una buena parte de los sitios más representativos y otros un poco más ocultos.

Por primera vez en uno de nuestros viajes por el sudeste asiático dejaríamos de ver y hacer ciertas cosas porque la barrera del idioma y en algunos casos también la económica hizo que nos resultara imposible acceder.

Aunque en las zonas más turísticas de la isla algunas personas hablaban inglés, si nos apartábamos del circuito turístico ese idioma se convertía en un completo desconocido. Positivo por el encanto de lo genuino pero negativo cuando se dependía de otros para desplazarse.

Plan de Viaje

El viaje comenzó 10 meses antes. En el mes de septiembre casi de vuelta de vacaciones empezamos a mirar los posibles billetes para el verano. Aunque no es normal que las aerolíneas saquen precios con tanto tiempo de antelación, conseguimos encontrar 4 billetes a Jakarta con escala en Jeddah por unos 500 € persona. La compañía era Saudi airlines y como ya habíamos volado con ella y teníamos buen recuerdo, sin pensarlo en demasía nos decidimos por reservarlos.

Ahora nos quedaba una larga espera hasta el día de la salida, pero como muchas veces he dicho, en mi caso, sólo con empezar a organizar lo que ver, que hacer, como movernos y demás, era como si ya estuviera viajando. Mi mente consigue evadirse de la realidad e imaginar que estamos disfrutando por esos lares.

El viaje comenzaría en Jakarta, pero seguido otro vuelo nos llevaría hasta Sulawesi, para enlazar con otro que nos dejaría en una pequeña isla del sur conocida como Selayar. De esta había poca información por la red, pero precisamente eso para nosotros era algo positivo. Desde allí trataríamos de llegar al Parque Nacional Marino de Taka Bone Rate. 

Una semana después de vuelta a Makassar y por carretera subiríamos hasta la tan conocida zona de los Tana Toraja, para disfrutar de sus rituales funerarios y de sus paisajes entre arrozales. 

Seguido nos desplazaríamos hasta Tentena para recorrer durante unos días el Danau Poso y sus alrededores con unas cascadas preciosas y una bonita playa en el lago.

En otro largo trayecto de coche llegaríamos hasta Ampana, el puerto de salida hacia el que en teoría iba a ser el punto álgido del viaje, las Islas Togean. Aunque tengo que reconocer que después de haber estado en las Banyak en Sumatra me decepcionaron un poco. Tendríamos una semana para disfrutar del paraíso, hacer excursiones y relajarnos.

El último tramo del viaje sería el más duro, ya que exploraríamos la parte sureste que prácticamente no recibe visitas de extranjeros, con lo que los desplazamientos se nos harían verdaderamente complicados.

Aquí sería donde precisamente nos costaría más ver lo que queríamos y en muchos casos tuvimos que desistir por el impedimento del idioma. Pero de eso ya hablaremos en las entradas correspondientes del blog.

Terminaríamos nuestro recorrido por Sulawesi en la ciudad de Kendari para coger un vuelo de vuelta a Jakarta y pasar un día de compras obligadas antes de la vuelta a casa.

Datos prácticos

Aunque Indonesia abarca una extensión muy grande, en general la mejor época para ir respecto al clima, es el verano de aquí. Es la temporada alta y os encontraréis más gente, pero también te aseguras casi el sol a diario. Hasta el año pasado era necesario visado para entrar en el país. Se adquiría en el aeropuerto, pero ahora lo han quitado para estancias de menos de 30 días. Mucho cuidado si entráis por alguna ciudad que no es muy turística porque igual os lo quieren hacer pagar, no por jetas sino por desconocimiento. Nosotros la segunda vez que estuvimos (ya que en la primera todavía era obligatorio el visado), al entrar por Medan en Sumatra, el funcionario de turno nos lo pidió, le dijimos que ya no era necesario y tras más de 10 minutos de hablar con otros funcionarios nos dejó pasar.

Respecto a las vacunas, no hay ninguna obligatoria, pero sí que te recomiendan Hepatitis B y Tifus. En cuanto al temido mosquito de la malaria, mucha gente opta por tomar pastillas. Nosotros en ninguno de los dos viajes lo hicimos, ya que leyendo muchos de sus posibles efectos secundarios, decidimos que lo mejor era una buena protección natural. Esto queda a la elección de cada uno claro está. Si es cierto que al amanecer y al atardecer, sobre todo en las zonas boscosas y las menos turísticas, hay una gran cantidad de mosquitos. Eso no quiere decir que sean todos portadores de la malaria, porque a nosotros nos picaron muchos a pesar de las protecciones y no cogimos la enfermedad. Con un poco de repelente, pantalones y mangas largas al atardecer y amanecer, los típicos inciensos antimosquitos del sudeste asiático y una buena mosquitera, hemos conseguido sobrevivir. Se veía a mucha gente, sobre todo los que eran más blancos de piel que estaban literalmente acribillados a picadas.

De todas maneras para esos temas, lo mejor es echar una ojeada a la página del Ministerio de Asuntos Exteriores, MAEC.ES, en la que lo explica todo bastante bien.

En el tema económico, Indonesia es un país barato en general. Dependiendo de zonas más o menos turísticas, los precios varían bastante, pero en líneas generales es muy económico. Una buena habitación de hotel con desayuno incluido la puedes encontrar por 30 €. La comida a una media de 5 € con postre y refresco. Si quieres cerveza súbele 1€ y medio más. Para los desplazamientos largos hay muchas aerolíneas de bajo coste, y por carretera hay buenos autobuses que hacen las rutas más tradicionales. En ciudad un trayecto corto en tuk-tuk, no te subirá más de 1 €. Todos estos precios son relativos, porque en todo, todo, todo, hay que regatear y negociar muy fuerte, sin tener miedo a creer que le estás bajando mucho, ya que te inflan los precios sólo por verte extranjero.

Y en el transporte, hay que armarse de mucha paciencia, ya que los horarios siempre son muy relativos. Los desplazamientos se alargarán mucho más de lo que creemos, dependiendo de la isla por la que nos desplacemos y sus infraestructuras.

En cuanto a la seguridad no tuvimos ningún tipo de problema. Como en todos los países del mundo hay que andar con cuidado en determinadas zonas, sobre todo en las capitales. Pero no vimos el más mínimo problema en ningún lado. En todo lo relacionado con el turismo habrá el jeta y el que va de listo, pero eso es algo con lo que hay que contar.

Un resumen a grandes rasgos de Sulawesi, es que es una isla increíble, que hace falta mucho tiempo para descubrirla de verdad y que los mejores sitios que quedan por descubrir son en algunos casos insalvables por falta de comunicación y otros en nuestro caso por falta de recursos económicos. Pero creo que es una isla a la que volveremos para ver esos sitios que están reservados a unos pocos privilegiados.

B.F.F.F.